El mundo está loco, loco, loco. Este es el título de la película cómica del productor y director estadounidense Stanley Kramer, y no se equivocaba, y a medida que pasa el tiempo, la cosa va a peor. La falta de conciliación laboral y familiar, el paro, la crisis, las malas condiciones en el trabajo, el bullying , la violencia de género, el maltrato animal, la explotación infantil, la guerra…. Y es que ante este panorama lo único que podemos hacer es gritar, pero como no es posible pasarse todo el día gritando, ya que desgraciadamente esta sociedad como que lo ve mal, al final, terminas por hacer justo lo contrario, cerrar la boca, y cerrarla tan fuerte, tan fuerte, que te pasas todo el día apretando los dientes, hasta que se rompen, o se deforma tu boca, o tus mandíbulas, y con el tiempo toda esa tensión acumulada por no gritar, se acaba transformando en un dolor insoportable, que puede ir a peor si no se pone solución a tiempo.
Este hábito de apretar los dientes se conoce con el nombre de Bruxismo, y puede ocasionar dolores y molestias en diferentes partes de la cabeza, oído, mandíbula y por supuesto, dientes y muelas. La ajetreada sociedad de hoy, y la deshumanización reinante, no lo pone nada fácil a los bruxistas, y es que el gesto de apretar no es más que una respuesta a una situación de estrés, pero puede cronificarse y convertirse en un problema serio de difícil solución.
Si eres bruxista sabrás que el o la dentista recomiendan el uso de una férula de descarga para evitar el choque o el roce de los dientes entre sí, con las consecuentes molestias asociadas a ese acto, minimizando la sensación de dolor y protegiendo de alguna manera la dentadura. Pero la férula no es una solución real, solo es un parche que lejos de acabar con un problema lo exagera, ya que la férula provoca que muchas personas aprieten aun más fuerte, ya que el hecho de tener algo en la boca favorece este gesto. Es necesario atajar el problema de raíz, y a la causa, normalmente el estrés, e intentar aliviarlo.
Masaje facial, la solución ideal para los problemas de bruxismo
El bruxismo es un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo y sus efectos pueden variar, desde una pequeña molestia, hasta la sensación de dolor insoportable en la zona temporomandibular y que llega hasta los músculos de la cara.
El masaje puede ser una buena solución para este problema, ya que libera las tensiones musculares, lo que supone una sensación de alivio casi inmediato.
Como es sabido, uno de los factores determinantes en la aparición del bruxismo es el estrés, y el masaje permite soltarlo, liberar la mente y por fin, descansar. Y en este sentido destacan centros como Evasión Spá, que con su holistic cráneo-facial, es decir, un masaje de cuello, cara y cabeza, consiguen liberar las tensiones, equilibrar las emociones y relajar la expresión, ya que se realiza con aceites esenciales, que poseen propiedades terapéuticas para cuerpo y mente.
Evasiom Spa ha integrado técnicas de diferentes culturas en una exclusiva y lujosa mezcla de tratamientos, para ofrecer el Bienestar a través de un viaje alrededor del Mundo.
Inspirad@s en las tradicionales terapias asiáticas, utilizan productos cuidadosamente seleccionados para revitalizar y recuperar el equilibrio, así como liberar la tensión y restablecer la paz y la armonía.
Cómo saber si soy bruxista
Si te identificas con la mayoría de estos casos que veremos a continuación, es probable que seas bruxista y no lo sepas:
- Rechinas los dientes cuando duermes, lo sabes porque te lo han dicho
- Tienes tus dientes y muelas desgastados
- Sientes dolor en la articulación témporo-mandibular o ATM, localiada delante del oído.
- Sufres dolores de cabeza, de mayor o menor intensidad.
- Padeces dolor de oídos e incluso una especie de zumbidos
- Te cuesta o sientes dolor al abrir la boca, que puede ir acompañado de algo así como un chasquido.
Además, el bruxismo puede ser nocturno, diurno o nocturno+diurno, este último caso es el más peligroso de todos y tiende a cronificar.