Cumpleaños. Una palabra que cuando eres pequeño te llena de ilusión y de que cuando eres menos jovencito sienta como una losa. Sin embargo, tenemos que aprovechar cada momento de nuestras vidas, y eso de no celebrar los cumpleaños no puede ser. La vida son dos días y hay que saber exprimirlos al máximo. Así pues, cogemos la naranja y nos disponemos a sacar el mayor jugo posible a una fiesta de cumpleaños.
No todos los días se cumplen 40 años. 4 y 0, dos números muy mágicos que suponen que lo que hay que hacer es celebrarlo a lo grande. Por eso, te vamos a dar una serie de caprichos que no pueden faltar en una fiesta.
Cumpleaños pasional
¿Has pensado alguna vez en celebrar un cumpleaños con la temática de una tupper sex, tapersex? Os lo vais a a pasar pipa. Vais a poder compartir experiencias, dudas e ideas sobre la sexualidad en un ambiente ameno y relajado, incluso muy divertido. A través de la muestra de una amplia gama de juguetes eróticos, juegos de seducción, objetos íntimos y todo un despliegue de nuevas posibilidades para reavivar o mantener la pasión. Seguro que será un cumpleaños con mucho picante.
Personal Shopper
Si una de tus aficiones es la de ir a compra ropa, ahora mismo te planteamos el mejor plan. Regalarte un personal shopper. El te dirá que ropa deberías ponerte para transmitir en el trabajo que eres una persona seria y responsable o creativa e implicada, o bien qué ropa te conviene comprar para salir con amigos, en pareja, ir al teatro y a la ópera, a una boda o a un fin de semana campestre. Además como es tu cumpleaños te puedes dar todos los caprichos que quieras.
Concurso de belleza
¿Quieres hacer un cumpleaños diferente? Pues regálate un concurso de belleza. Será una fiesta entre chicas en que os mimen durante horas es un buen plan para cualquier tipo de evento que queráis organizar. Si estás cansada de que te inviten a la típica fiesta de cumpleaños, esta es la mejor opción.
Una fiesta para recordar
Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia. Si has pensado en celebrar un cumpleaños de cambio de década, tienes que decorarlo todo a tono. Los famosos globos con la cifra están muy vistos. Por eso nuestra apuesta es por unas velas. Velas Mas Roses fabrica velas para cumpleaños de diversos modelos para que todos los clientes encuentren esa vela especial que están buscando.
La vela de cumpleaños ideal para hacer que tu cumpleaños, tu tarta o pastel, y el de aquellos que más quieres destaque. Pueden ser unas velas de esas que queden en el recuerdo cuando las vaya a soplar.
Con todos estos detalles, tus fiestas de aniversario y cumpleaños quedarán grabadas en las imágenes y fotografías de tus redes sociales. Serás el centro de atención de tus amigos y familiares.
El mayor de los caprichos
Y si queremos rizar el rizo, y sobre todo, tenemos un presupuesto mayor de lo pensado. El celebrar un cumpleaños de cambio de década se puede conmemorar con una historia para no olvidar. Es el caso de realizar un viaje en globo, helicóptero o Ferrari. Bien es cierto que todo esto dependerá de la situación personal que cada persona viva. Pero no es la primera vez que una mujer separada o divorciada, decide que lo mejor para cambiar de aires, es regalarse un capricho con mayúsculas. ¿Lo has hecho alguna vez?
Razones para celebrar un cumpleaños
30, 40, 50 o 60 es una cifra que merece la pena ser recordada.
La persona no se lo espera, creerá que es un cumpleaños más, y pronto descubrirá que es uno de los más especiales de toda su vida.
Hay fechas concretas en las que se necesita de la compañía y el apoyo de sus familiares amigos para pasar de década. Así que lo mejor es celebrar las cosas, porque como hemos podido comprobar, para pasar penurias ya están el resto de los días.
Ya has visto que te puedes dar un capricho y hacer realidad aquel sueño de la infancia que por una cosa o por otra no pudiste cumplir. Las posibilidades son infinitas, y sólo dependerá de tus gustos y de la imaginación que le eches. De verdad te decimos que celebrar cada año nuestra fecha de nacimiento es algo que nos hará sentirnos más jóvenes. Bendita paradoja, ¿verdad?