La comunicación y permanecer informados de lo que ocurre a nuestro alrededor en todo momento son cuestiones básicas para el ser humano en la que ya es la tercera década del siglo XXI. El mundo gira más rápido que nunca principalmente a causa de la explosión de nuevas tecnologías que han ido ocupando sus nichos de mercado en todos los sitios. Lo que ocurrió hace una hora ya corre el riesgo de haber quedado obsoleto y eso exige que, para tomar las decisiones que creamos que son más oportunas para nosotros o nosotras, dispongamos de información real y prácticamente en directo. Nos podrá gustar más o menos, pero la realidad no es otra que esa.
Hay determinados aparatos de los que debemos disponer sí o sí para tener la oportunidad de contar con esa información en tiempo real. Nadie se imagina a estas alturas de la vida a una persona que viva sin móvil, que no tenga acceso a Internet desde su ordenador o que no tenga WhatsApp. Sabemos que ese tipo de personas existen, claro, y que están en su derecho de elegir el modo de vida que prefieran, pero probablemente su toma de decisiones y la calidad de los datos de los que dispongan para escoger lo más correcto de acuerdo a sus intereses van a ser peores que los de otra persona que haya optado por métodos diferentes.
Fijaos en lo que apunta una nota de prensa emitida por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC): en el mes de febrero de este mismo año, la cantidad de líneas de fibra óptica para el hogar ya había alcanzado los 14 millones en España. Se trata de un dato que viene creciendo con el paso del tiempo y que demuestra que la gente cada vez prioriza más el hecho de disponer de información en tiempo real y mantener vías de comunicación fiables para no quedarse al margen de la sociedad.
No es de extrañar, por lo tanto, que multitud de personas estén interesadas en adquirir los servicios más fiables en materia de conectividad y comunicación. Servicios como estos ya son considerados básicos por parte de la inmensa mayoría de la población española e incluso están empezando a ser reconocidos también como básicos por parte de muchas instituciones. Sin ir más lejos, son muchísimos los programas electorales municipales a los que hemos tenido acceso en el último mes con motivo de los comicios del pasado 28 de mayo que incluían como propuesta la instalación de puntos Wifi gratuitos para sus vecinos y vecinas.
Una de las cosas por las que compite de manera inevitable el ser humano a día de hoy es por contar con la mejor información… y no sólo eso. También se encuentra entre nuestros propósitos adquirirla antes que nadie. Para ello, es obvio que tener acceso a Internet y que nuestra conectividad sea lo más segura posible es básico. En Oroc han constatado que esa necesidad es una de las tres más importantes con las que cuenta el ser humano en un contexto social como en el que nos movemos en la actualidad, sobre todo si se apuesta por ofrecer este servicio a precios competitivos como los suyos que son accesibles para todos.
No recordamos cómo se vive sin conexión
Hay algo que debemos reconocer y que, en realidad, no es negativo: no sabemos vivir sin permanecer conectados con nuestro alrededor. Quienes han crecido en un mundo gobernado por las tecnologías no conocen lo que significa vivir en un mundo tan analógico como el que existía antes y quienes sí que conocen ese mundo anterior, por lo general, no quieren regresar a él. Casi todos y todas preferimos mantener un cierto contacto con el mundo exterior porque somos conscientes de que nos puede afectar de alguna manera en nuestra vida.
Casi nadie recuerda o quiere recordar cómo era la vida sin la conexión de la que se dispone ahora. Ese tiempo en el que existían grandes vacíos en las relaciones interpersonales se han acabado porque ahora ya no hay excusa para no tener una comunicación fluida con la gente. Sin duda, esta es una enorme oportunidad para garantizar un trato personal mucho más cercano entre todo tipo de personas. Y eso nos abre muchas más puertas de las que hemos tenido abiertas a lo largo de la Historia.
Estamos seguros de que la vida es mucho más cómoda y mejor para todo el mundo desde que existen esa conectividad y conexión de la que hemos hablado a lo largo de todo este artículo. Ni que decir tiene que, ahora, el ahorro de esfuerzos y la rapidez con la que se trabaja forma parte de una realidad de la que ya no nos podemos desprender y que ha servido para que todos seamos más productivos en el trabajo y en nuestro tiempo de ocio, lo cual es de agradecer, ¿no os parece?