Creo que todas las personas alguna vez en su vida tendrían que tener la posibilidad de disfrutar del lujo. Una vez en la vida poder circular con un coche Fórmula 1, una vez en la vida poder hacer un viaje a Australia, una vez en la vida comer en un restaurante de tres estrellas Michelín. En mi caso, mi capricho sería el de poder estar en hotel de cinco estrellas, un hotel de los denominados de lujo. Un capricho que lejos de lo que se pueda pensar, está al alcance de la mano.
Personalmente recomiendo el Mercer Barcelona. Un hotel de lujo en la ciudad condal formado por 28 habitaciones. Es una gozada porque está situado en el corazón del barrio Gótico, todo un lujazo por la historia que tiene. El objetivo de un hotel de cinco estrellas es poder satisfacer la búsqueda de exclusividad y de una experiencia singular.
El hotel ocupa una serie de edificios de gran valor arquitectónico en la calle Lledó, construidos sobre una parte de la muralla romana de la antigua Barcino y cuenta también con arcos medievales y frescos originales del siglo XII: Una propuesta arquitectónica que sorprende y cautiva a todos los huéspedes.
Habitación de un hotel cinco estrellas
Un ejemplo claro lo tenemos en la habitación Deluxe. Sus vistas son a la calle Lledó, al jardín vertical o al Patio de los Naranjos. Algunas de ellas integran elementos arquitectónicos hallados durante la rehabilitación del edificio, poniendo en relieve la herencia cultural y la personalidad del hotel. Se trata de amplias estancias, concebidas y decoradas con exquisitez y estilo, que cuentan con elegantes suelos de roble, mobiliario exclusivo y baño de diseño.
Siempre lo que destaca de una habitación son los detalles que te encuentras. Aquí puedes tener habitaciones de 34-38m2 con vistas al barrio Gótico, al jardín vertical o al Patio de los Naranjos. Con suelos de roble y con mobiliario de lujo. Vas a poder gozar de una cama Queen o King con sábanas de algodón egipcio de 400 hilos. Una TV Loewe 32 pulgadas con ducha acristalada con efecto lluvia. Albornoces, zapatillas y complementos de baño Molton Brown con minibar y Wifi gratuito.
La verdad es que es una gozada poder estar en estos lugares. Porque un hotel cinco estrellas no es solo una habitación, un hotel cinco estrellas es mucho más. Por ejemplo el contar con un restaurante que cumpla con calidad y que te ofrezca una gastronomía de calidad en un marco único y exclusivo, rodeado de historia y totalmente renovado a la vez. Donde puedas disfrutar de comer aperitivos y tapas de los bares tradicionales de barrio así como auténticas especialidades locales. Un restaurante que sea un agradable lugar de encuentro con un ambiente informal.
Requisitos para ser cinco estrellas
Entre los requisitos que debe cumplir un hotel para entrar en la categoría de hotel de 5 estrellas podemos destacar los siguientes.
La calefacción, la refrigeración y el agua caliente tienen que estar en todas las dependencias destinadas a los usuarios, incluidas las unidades de alojamiento. Para los hoteles de 5 estrellas se exige además, que exista climatización en todas las habitaciones y en todas las zonas de uso común de los clientes.
Los hoteles dispondrán de instalación telefónica en todas las unidades de alojamiento. Igualmente, dispondrán de teléfono en las zonas de uso común.
Todos los hoteles deben disponer de vestíbulo con las instalaciones adecuadas a su capacidad de alojamiento para la prestación del servicio de recepción y conserjería.
Las dependencias de la zona de servicios estarán totalmente separadas de las destinadas a los usuarios del hotel. Las cocinas y así como sus instalaciones, están sujetas a la normativa vigente que les sea de aplicación. Deberán tener capacidad e instalaciones suficientes para preparar simultáneamente comidas como mínimo para el 50% de las plazas de comedor.
El garaje estará enclavado en el mismo edificio o en otro distinto situado a una distancia máxima de cien metros del acceso principal del hotel.
Estos son algunos de los requisitos que tiene que cumplir un hotel para ser catalogado como cinco estrellas. La verdad es que es una experiencia única, un capricho que todos nos deberíamos dar una vez en la vida.