Dicen que con Internet se ha reforzado aquel concepto de ‘aldea global’ que introdujo el intelectual Marshall Macluhan. Dicen que con Internet las comunicaciones se han estrechado hasta tal punto que realmente puedes hablar con alguien que vive en la otra punta del globo, que parecerá que está al lado. Por eso, como en toda aldea, como en todo pueblo, como en todo barrio, también hace falta un lugar en el que surtirse de artículos de primera necesidad o de ocio. Para eso también está en Internet. Y para eso están las tiendas online.
El e-commerce o la compra y venta de artículos de forma online crece cada año. Cada vez son más los usuarios que se animan a adquirir productos que no encuentran en las tiendas físicas. O simplemente, por cuestión de comodidad. El comercio electrónico satisface a prácticamente todo tipo de personas: desde videojuegos, elementos de segunda mano o productos de vending, hasta juguetes, electrónica, bordados para bebé o cosas tan poco usuales como armarios de cultivo para marihuana como elcogollo.com.
Satisface a los amantes de la gastronomía, que ya no necesitan acudir a tiendas específicas gourmet para elaborar sus platos más deseados. Además disfrutar de delicias provenientes de otras zonas también es posible a golpe de click: comprar anchoas del Cantábrico o naranjas de Valencia resultarán más fácil que nunca, y sin levantarse de la silla. Asimismo, entre las ventajas de comprar vía Internet también se incluye una apertura de posibilidades a la hora de seleccionar el producto, pudiendo adquirirse la mayor calidad. Comprar queso u orujo online, por ejemplo, es una práctica que permite la elección de alimentos de calidad desde casa. Los más golosos y aficionados a la hora tan de moda pastelería, también pueden comprar mermelada de la mejor calidad para la elaboración de sus dulces. En definitiva, Internet se convierte en ese gran mercado que contiene justo los alimentos deseados a precios nada desdeñables con el que se puede llenar la cesta de la compra (virtual, por supuesto) y hacer que nos los traigan a casa.
Pero si hay algo que se compra por Internet, es ropa. Para alivio de los amantes de la moda y de las tiendas textiles, es posible acceder a mayoristas de ropa a través de Internet. De esta manera tanto los clientes como los propietarios de pequeñas tiendas pueden elegir de primera mano y con toda comodidad los artículos que necesiten, si bien la rapidez que proporciona la Red hace más llevadero este tipo de trabajo. Las tiendas especializadas ven un filón muy importante en estos mayoristas de moda de mujer y de hombre, incluidas tallas grandes y diferentes estilos. Los mayoristas de moda consiguen además con esta práctica darse una mayor visibilidad y conseguir quizá de esta manera, más clientes, lo cual nunca está de más.
Y por supuesto, los niños. Las edades más jóvenes también abarcan un importante sector del comercio en Internet. En cuanto a ropa, productos de ocio… Y por supuesto para los eventos más dedicados: bautizos, comuniones… se convierten en sugerencias de regalos con los que pocas veces se acierta. Por ejemplo, en cuanto a los bautizos. Independientemente de si es laico o no, por norma general muchas familias continúan bautizando a sus hijos. Para un evento de estas características se espera a cambio algún tipo de detalle. O incluso mucho antes, con el nacimiento de un bebé. Eso sí, como se viene diciendo, Internet es como ese gran mercado donde se encuentra de todo, y en el tema de los regalos no es para menos.
Por eso existen tiendas online como primeraedad.es en las que se pueden conseguir preciosos trajes para bautizos, pequeñas medallitas para los niños, bordados para bebé o productos de vending que puedan coronar un completo regalo. La personalización de ropita y textiles para pequeños es un detalle muy original con el que hay acierto seguro. Las toallas bordadas para bebés o bolsos personalizados suponen opciones perfectas a la hora de hacer un regalo. Y todo se encuentra por Internet.
Y cómo no, el entretenimiento siempre encuentra su lugar. Como decían los romanos, ‘pane et circa’, que se traduce como ‘pan y circo’, en alusión a que la gente está contenta siempre que haya entretenimiento. Llamémoslo circo en el mundo de los romanos, llamésmolo deportes, espectáculos y fiesta en pleno siglo XXI, en el que el protagonista de todo ocio (y también trabajo) es Internet. Pero para gustos los colores y si hay quien se distrae haciendo bricolaje o con la práctica de la carpintería, adquirirá por Internet maquinaria para madera, por ejemplo en tiendas como maquinariamadera.com. Los que se evaden con el consumo de sustancias derivadas del cannabis también encontrarán por Internet sus armarios de cultivo completos con todo lo necesario para que la planta crezca. Y a quien le guste la fiesta, seguramente haya estado invitado alguna vez a una fiesta de disfraces. Efectivamente, ya es posible dejar de ponerse todo lo que se encuentra por casa y comprar disfraces online en lacasadelosdisfraces.es, pues también existen tiendas de disfraces online.
En definitiva, Internet se ha adaptado tanto a los diferentes estilos de vida existentes que cada uno de ellos encuentra su blog de referencia, la información que le interesa, su propia marca o la tienda online más afín a sus gustos que le proporcione los artículos que se demandan. De esta manera, la Red, aparte de lugar de trabajo o de ocio a través de las redes sociales, también se ha convertido con el tiempo en una especie de Gran Bazar en el que se puede encontrar todo tipo de productos.