Aunque la modernidad quiere imponerse a tradición y los avances y cambios tecnológicos no dejen de sorprendernos cada día, especialmente en todo lo que a internet se refiere (desde la preocupación por el posicionamiento web que podemos confiar a empresas como Bilnea o Comercios Plus, hasta la lectura de la prensa a través de los dispositivos móviles, hay cosas que nunca cambian. Una de ellas es uno de los juegos de más tradición en nuestro país, con el que jugábamos nosotros cuando éramos jóvenes y con el que podemos disfrutar todavía con nuestros hijos: el Scalextric.
Y es que ahora que se acaba el verano y los niños vuelven al cole y nosotros a los trabajos, conviene buscar aficiones comunes para que podamos compartir el poco tiempo libre que tenemos. Y descartado el deporte en los días de mal tiempo en los que no conviene salir de casa con los pequeños, el Scalextric es uno de esos juegos que podemos adquirir y que se sigue jugando con el sabor de antaño, cuando en el 1957 el ingeniero inglés B. Fred Francis decidió incorporar un motor eléctrico a los coches Scalex, fabricados de hojalata y accionados por resorte, que producía desde 1952 la sociedad británica Minimodels. Este fue el inicio de lo que hoy conocemos como Scalextric. El nombre de la marca surgió de la combinación de: Scalex y Electric.
Los primeros coches de slot a nivel comercial fueron fabricados por Lionel (Estados Unidos) desde 1912, aunque la patente de un coche de slot es de marzo de 1936 hasta el final de los años 1950, casi todos los vehículos de juguete eran guiados por rieles elevados. En 1955, muy poco después de que los primeros coches Scalex salieran a la luz, se creó el primer club con un circuito de raíl electrificado.
En este tipo de circuitos, los coches se ponían encima del raíl mediante una ranura o bien un doble eje y el coche tomaba la corriente de un cable de cobre que discurría por el lado. El mayor problema era que los coches circulaban libremente y el usuario no tenía control sobre el vehículo. Además, frenaban de forma sistemática cuando las ruedas de detrás chocaban con el raíl del medio.
A pesar de esto, el sistema se hizo muy popular y se abrieron clubes por toda Inglaterra. Tras muchas pruebas, en la feria de Harrogate de 1957, además de presentarse los coches eléctricos de Scalextric se presentó un nuevo sistema de pistas que se llamó Slot. Los coches ya no circulaban por encima de un raíl sobresaliente, sino que llevaban una pequeña pieza que se introducía en la guía de la pista. Desde este momento se disparó la fabricación de coches de plástico y los nuevos modelos, más ligeros, marcaron todo un adelanto tecnológico en el sector y propulsaron la carrera en la que nos encontramos.
En 1962 Scalextric llegó a España de la mano de Exin, presentándose en la Feria de Muestras de Barcelona en junio de 1962. Desde el inicio, y fruto del acuerdo de licencia con la entonces propietaria Lines Bros, las pistas y los transformadores se fabricaron en España. Progresivamente y hasta 1965 también lo fueron los mandos, los motores y coches. Siendo 1966 el año en que se presentó el primer coche totalmente diseñado y producido en España, el mítico Seat 600.
Gracias a la calidad de las reproducciones, cuidado de los detalles, las innovaciones en diseño y las prestaciones técnicas, los modelos españoles empezaron a ganar terreno a los británicos. De hecho, muchos de nosotros seguimos guardando en casa modelos de esta época con los que podemos jugar todavía.
En 1970, la grave situación financiera por la que atravesaba la británica Lines Bros permitió a Exin la compra de los derechos de la marca y las patentes para España, México y Andorra. Así, durante los años setenta y ochenta, Scalextric siguió creciendo en el mercado y evolucionando tecnológicamente hasta convertirse en todo un referente en el mundo del slot. Y ya en 1990 se creó la marca SCX para la exportación a terceros países, aunque como consecuencia de la crisis de aquellos años, el alza de los costes, que afectaron a otras líneas de la compañía, obligaron a esta al cierre a principios de 1993.
No obstante, en 1993 la multinacional americana Tyco aseguró la continuidad de la marca adquiriendo los derechos de fabricación y distribución de Scalextric en España y SCX para mercados internacionales. Esta es la etapa en la que la empresa traslada su fábrica a China, y también se crea el Club Scalextric en 1995. En 1997, Tyco fue absorbida por la norteamericana Mattel y un año después Scalextric pasa a manos de Tecnitoys, cuando se relanzó la marca con gran éxito.
Scalextric en la actualidad
El juego del slot no ha pasado de moda con el paso de los años. De hecho, hace poquito salía un anuncio de una conocida cadena de hamburgueserías por televisión donde el abuelo sacaba una caja con un circuito y sus coches para que el padre dedicase tiempo a su nieto en lugar de estar colgado del móvil todo el tiempo, y ambos disfrutaban como si no hubiese pasado el tiempo.
Desde 2013, Fábrica de Juguetes tiene los derechos de fabricación y distribución en exclusiva a nivel mundial para la comercialización de las marcas Scalextric y SCX en sus respectivos territorios.