El mundo moderno ha derribado las barreras geográficas. Podemos pedir comida asiática a domicilio para cenar y aprender a hacer cuscús, como se hace en las montañas del Atlas, a la entrada del desierto del Sahara. Ahora, también, podemos comprar alimentos de Europa del Este por internet y que nos lo lleven a casa.
Hace unos años descubrí tiendas de productos de Europa del Este en varias ciudades, por casualidad. Encontré una tienda de productos rusos cerca de las Ramblas en Barcelona. Otra, en un barrio céntrico de Tarrasa, cuando fui a visitar a un amigo. Otra en Benalúa, un barrio de Alicante. Y una de alimentos rumanos en Calamayor, en la playa de Palma de Mallorca.
La presencia de tiendas de alimentos de Europa del Este en España es más habitual de lo que nos imaginamos. Al principio pensé que se debía a la presencia de ciudadanos de esta parte del mundo en nuestro país. Si yo viviera en Londres me haría ilusión encontrar una tienda de alimentos españoles.
Después me llamó la atención y empecé a visitarlas. La verdad es que para un español, normal y corriente como yo, entrar en cualquiera de estas tiendas es como descubrir un universo nuevo. Hay productos que te sorprenden. Te los llevas a casa y aunque no sepas como se comen en su país de origen, los pruebas y te quedas perplejo. Yo he comido salchichas y embutido de países de Europa del Este que están realmente sabrosos. Y dulces que te dejan maravillado por su sabor.
Hace poco descubrí que existen tiendas online que venden alimentos de Europa del Este y te los llevan a casa como si compraras en un Supermercado. La gama de productos es amplísima. En Extrainvest Magazine, una de estas tiendas que sirven en Barcelona, Madrid, Bilbao y Marbella, encuentras desde la típica salchicha moscovita hasta unos dulces tipo bombones de cereza y nata con cobertura de chocolate que dan ganas de probarlos. Es posible que encargue una caja para estas Navidades.
Desde luego estas tiendas son una tentación.
Los alimentos más famosos de Rusia.
Hablar de Europa del Este te lleva a pensar en Rusia. Uno de los polos culturales de Europa Oriental. Antes de la aparición del bloque comunista, Rusia era un referente cultural en esta parte del mundo. Rusia ha hecho grandes aportaciones a la gastronomía internacional. Y no estamos hablando de platos como la ensaladilla rusa o el filete ruso, que ni siquiera son rusos. Nos referimos a algunos productos que son realmente delicatessen. La web de turismo Aviatur dedica un artículo a hablar de los alimentos de Rusia más conocidos en el mundo. Estos son, desde mi punto de vista, los más populares:
- El caviar. Este es un producto en conserva elaborado por los pescadores rusos desde tiempos inmemoriales y que se ha convertido en uno de los aperitivos más exclusivos en el mundo. Son huevas de salmón y de diferentes especies de esturión que se envasan al vacío, sin ninguna elaboración, para conservar la frescura del mar. Este producto exclusivo ya se consumía en la corte de los zares antes de la revolución de octubre.
- El vodka. Es la bebida típica de Rusia y está hecha mediante la fermentación de cereales ricos en azúcar y almidón como el trigo, el centeno, la cebada o el maíz. Los rusos la beben con frecuencia para hacer frente a las bajas temperaturas. El vodka se bebe a sorbos, nunca de golpe. Oliendo primero la bebida y dejándola reposar en la lengua antes de engullirla. Después del segundo vaso de vodka es costumbre acompañarlo de fiambres ahumados. El buen vodka pasa suave por la garganta.
- El Kéfir. El Kéfir es una bebida láctea parecida al yogur. Es un alimento probiótico que contiene una alta proporción de bacterias beneficiosas para la salud que repueblan la flora intestinal y refuerzan el sistema inmunológico. En Rusia es frecuente que los ancianos lo beban antes de irse a dormir.
- Borsch. Esta es una sopa de remolacha popular en Rusia y en Ucrania. Aunque la remolacha se come en todo el mundo, en Rusia en uno de los ingredientes base de su dieta. La sopa de remolacha se come tanto en invierno, caliente, como en verano, fría. Aparte de esta verdura, la sopa puede llevar judías, col, zanahoria, patatas, tomate, setas y carne de pollo, cerdo o ternera.
Comida de Europa del Este.
Como es lógico, no podemos reducir Europa del Este, la mitad del continente, a Rusia. La página web de cocina El Gourmet señala que estos son los platos más populares de Europa oriental:
- Goulash (Hungría). Este es un guiso de carne de ternera que se acompaña con cebolla, patatas y tomate. Se condimenta con paprika, un pimentón húngaro. Se cocina a fuego lento y se sirve con spätzle, un tipo de pasta popular en el centro de Europa.
- Stroganoff (Rusia). Es un plato de carne de ternera cortado a cubos que se acompaña con cebollas, setas y una salsa elaborada con crema agria. Se dice que el plato lo inventó el cocinero personal del general ruso Pavel Stroganoff y que tras la caída del imperio ruso se popularizó por todo el mundo.
- Chucrut (Alemania). Este es un plato típico de Alemania del Este. Se elabora con hojas de col fermentadas en salmuera y picadas finas. De hecho, la traducción del alemán de este plato es “hierba agria”. Se consume como guarnición de las salchichas.
- Tarator (Bulgaría). Esta es una sopa típica de los Balcanes, de origen búlgaro, que se elabora con yogur, ajo, pepino, agua, eneldo, nueces, perejil y aceite de oliva. Se sirve fría en verano y se suele confundir con la Salsa Tarator, que es de origen libanés y se utiliza bastante en la cocina turca.
- Crevapcici (Bosnia). Este es el plato nacional de Bosnia-Herzegovina, aunque lo podemos encontrar también en Serbia, Croacia, Montenegro, Albania, Bulgaria y Rumanía. Consiste en un plato de carne picada que se hace a la parrilla y que parece una salchicha, pero sin piel. La carne suele ser de vaca y está condimentado y mezclada a mano. Se suele servir dentro de un pan de pita, acompañándolo con algún tipo de salsa.
- Kürtőskalács (Rumanía). Este es un postre de elaboración bastante particular que servido en plato parece un tubo hueco. Se dice que lo crearon los húngaros que vivían en la región rumana de Transilvania. Para ello, hacían una masa que enrollaban en un cilindro, lo cubrían de azúcar y lo tostaban sobre las brasas. El calor iba caramelizando el azúcar, al tiempo que volvía crujiente la superficie del pastel. En un principio, se elaboraba para las grandes ocasiones, como las bodas o las fiestas populares. En la actualidad se come a diario y lo encontramos, no solo en Rumanía, sino en países como Hungría, Eslovaquia, República Checa y hasta en Polonia.
Diferencias entre la comida de Europa del Este y la cocina mediterránea.
La cocina de Europa del Este y la cocina mediterránea son bastante parecidas. Algunos países de esta parte de Europa son ribereños del Mediterráneo. Por otro lado, el imperio otomano ha estado presente en esta zona, de una manera o de otra, a lo largo de su historia, difundiendo elementos de la cocina turca.
Podemos decir que ambas son cocinas equilibradas. Con una presencia proporcional de verduras y proteínas de origen animal. Si bien, estas son algunas diferencias entre la comida que se come en esta parte de Europa y la que comemos nosotros:
- Ingredientes principales. En Europa del Este, por su clima frío, predominan alimentos con un rico aporte calórico como la patata, la remolacha, la col, las setas y la carne de cerdo, mientras la cocina mediterránea se articula en torno al aceite de oliva y alimentos suaves como el pescado y las verduras de temporada.
- Técnicas de cocinado. Las técnicas más frecuentes en Europa del Este son los guisos largos, el fermentado y el ahumado (como medio de conservación). Nosotros optamos por una cocina más ligera como la parrilla y el uso de aceite en crudo en ensaladas.
- Sabores predominantes. En Europa oriental predominan los sabores fuertes y, a menudo, agrios. Nosotros preferimos platos más suaves, aunque usemos ingredientes con un sabor intenso como el ajo.
- La influencia del frío. Sin duda, las bajas temperaturas influyen en el tipo de comida que se come en Europa de Este. Una cocina que se ha desarrollado para afrontar los largos y duros inviernos. Buscando guisos densos y altos en calorías. La cocina de Europa del Este tiende a ser más contundente, mientras que la mediterránea es ligera y fresca, reflejo de su clima templado. Ambas cocinas son ricas y variadas, con platos icónicos que ofrecen experiencias gastronómicas únicas.
La cocina es cultura. El hecho de que podamos comprar alimentos de Europa del Este por internet y disfrutarlos en nuestra casa es una forma de conocer otras partes del mundo y de ampliar nuestros horizontes.