Tenemos muchas cosas por las cuales podemos ser felices. De hecho, la felicidad es el gran objetivo que debemos perseguir a lo largo de nuestra vida y no cabe la menor duda de que todas esas cosas por las cuales nos levantamos día a día persiguen ese objetivo. Una de las piezas angulares que tenemos para conquistar la felicidad en nuestra vida está directamente relacionada con nuestro hogar. Y es que ser felices en casa es una de las claves para conseguir la felicidad absoluta en nuestra vida. A fin de cuentas, es el lugar en el que más tiempo pasamos.
Hay mucha gente que no es feliz en su hogar. Es una realidad que nos entristece reconocer, pero es lo que hay y solo podemos plantear soluciones a una situación como de la que estamos hablando. Hay que tener clara una cosa: si no estamos todo lo bien que nos gustaría en casa, ¿dónde creemos que lo podemos estar? ¿En el trabajo? No. Hay que pelear siempre por ser felices en casa y es siempre una de las cosas que nos van a ayudar a estar mucho más contentos con la vida que tenemos y a tener más cerca los objetivos que nos planteemos en todos los ámbitos de nuestra existencia.
¿Puede hacer la felicidad de una casa un hogar? Esta es la pregunta que se realiza en el titular de un artículo publicado en la página web psiquiatría.com y que deja claro que así es, que si somos felices con nuestra vida, estaremos mucho mejor en nuestro domicilio. Pero la situación también es igual a la inversa y podemos decir que el hogar es una de las causas que vamos a encontrar para ser felices. Y es que esta es una realidad que cada vez más personas comparten y no cabe la menor duda de que ha puesto la primera piedra en vidas nuevas y que se han transformado por completo.
Vamos a plantear alguna de las cuestiones que nos pueden ayudar a ser felices en casa y que seguro que todos y cada uno de nosotros y nosotras agradecemos de una manera enorme.
Elige una ubicación que te facilite la vida
Elegir bien la zona en la que queremos vivir es algo que no puede fallar a la hora de establecer una nueva vida. Y no es para menos. Hay determinadas zonas en las que puede ser complicado acceder al transporte público y la verdad es que eso puede determinar la calidad de nuestra vida, sobre todo si no disponemos de un vehículo propio que nos pueda acercar hasta cualquier lado. Quienes más pueden notar la falta de un transporte público cercano son los niños y niñas, que en un momento dado, si sus padres o madres no pueden transportarles hasta donde lo necesitan, tendrán que pasar mucho tiempo caminando hasta paradas de metro, de cercanías o paradas de autobús.
También es importante que tengamos en cuenta el hecho de que disponer de supermercados, negocios, hospitales y demás facilidades va a tener una influencia muy grande en el bienestar de la familia. Tener a mano este tipo de cosas es algo que todo el mundo valora y no cabe la menor duda de que también es algo que va a determinar la decisión de las familias a la hora de elegir un barrio u otro. Precisamente por eso sería interesante que las administraciones al cargo de las distintas ciudades cuidaran de todos y cada uno de los barrios que las componen y no se limiten solamente al centro histórico o las barriadas nuevas.
Los muebles, un factor diferencial
Una vivienda va a proporcionar mayor comodidad a sus integrantes en función de la calidad y la disposición de los muebles de los que dispongan. Se trata de un aspecto en el que cada vez más gente se fija y que no puede pasar desapercibido. La cocina, el salón y el dormitorio suelen ser los tres espacios principales a los que la gente le dedica una mayor atención. En Goterris plantean opciones para cada uno de esos espacios, así que lo que se está planteando con ello es la posibilidad de mejorar de una manera sustancial la calidad de vida de las familias que sientan que necesitan una mejora en su vida diaria y que conocen la relevancia que los muebles tienen en esa misión.
La disposición de esos muebles también es de una importancia muy grande. Hay que saber colocarlos de un modo en el que no hagan imposible la circulación de las personas y de tal manera que den la sensación de calma, de paz, de espacio. Si los colocamos de un modo en el que no cuidemos eso, lo que estaremos fomentando es la ansiedad o el estrés, dos aspectos que no es interesante que formen parte de nuestra vida hogareña ni mucho menos y que nos pueden hacer mucho daño. Por desgracia, todavía hay muchas familias que no han confiado lo suficiente en esa correcta distribución de espacios y que tienen que sufrir en sus carnes las consecuencias que eso implica.
No te olvides del aislamiento
Es algo que puede marcar la diferencia entre la comodidad y la incomodidad. Aislar la casa es sinónimo de bienestar.
Lo podemos hacer desde el punto de vista térmico, algo que es fundamental para mantenernos a salvo del frío que padecemos en muchas zonas del país durante los meses de invierno y también para resguardarnos de un calor que se torna insoportable durante los meses de verano. De este modo, por cierto, lo que estamos haciendo también, aunque no nos demos cuenta muchas veces, es conseguir un ahorro sustancial en los suministros, porque dejaremos de tener una dependencia tan grande de aspectos como lo son el aire acondicionado o la calefacción.
También es posible, y necesario, que aislemos la vivienda desde el plano acústico. Hay determinadas zonas de las ciudades que son especialmente molestas en este sentido porque están situadas en zonas de mucho ambiente y en las que es normal oír voces o incluso tráfico hasta altas horas de la noche. La solución consiste en aislar acústicamente la vivienda para que no tengamos que sufrir las consecuencias de eso y salir airosos de un problema que genera muchas molestias a las personas que lo sufren y que, sin lugar a dudas, va a ser una causa directa de los malestares que podamos llegar a padecer en nuestra propia casa.
Por último… haz planes en tu hogar
Hay que sacarle el máximo rendimiento que podamos a nuestro propio domicilio. Ya sabemos que era a todos nos gusta salir por ahí con familia y amigos a cenar, al cine, a dar un paseo… y son cosas que no debemos perder, por supuesto. Pero no está de más que hagamos planes en casa para que podamos disfrutar de un espacio como el que tenemos a cargo. Son muchas las cosas que puedes hacer a lo largo de una tarde libre en tu propio domicilio. Ver un partido, jugar a juegos de mesa en familia, hacer una merienda especial… Todo va a hacer posible que nuestro bienestar en el hogar crezca y sea tan grande como hemos esperado en un principio.
Al hogar se le puede sacar muchísimo partido y la verdad es que eso depende en buena medida de la cantidad de planes que hagáis en casa. Todo lo que tengáis en mente tendrá una utilidad muy grande, que no es otra que la de reforzar los vínculos que existen entre las personas que forman parte de la vivienda, entre esos miembros de nuestra familia que tanto significan y que necesitamos que estén a nuestro lado tanto en los buenos como en los malos momentos. ¿Qué puede haber que sea más importante que eso?
Una ultima reflexión para alcanzar la felicidad…
Muchas veces, nos preguntamos por qué no somos felices en la vida si hacemos todo lo que esté en nuestras manos. Eso es precisamente lo que destaca una noticia como la que os acabamos de enlazar y que fue publicada en la página web del diario El País. Una de las soluciones que se propone desde ese artículo es mirar mucho más hacia adentro, hacia nuestro yo interior, hacia lo que somos. No os decimos que esa deba ser la única manera de garantizar vuestra felicidad porque hay que disponer de más cosas, cosas tangibles, en nuestra vida, pero sí que es interesante que tengáis esa reflexión en cuenta.
A fin de cuentas, la felicidad no solo depende de una cosa, pero sí que es verdad que hay una cuestión que es de principal importancia y que tiene que ver con nuestro hogar. Consiguiendo todo lo que nos propongamos en esa materia, habremos avanzado una barbaridad para ser felices y para sentir que la vida es mucho más bella y que tenemos que aprovechar cada segundo de nuestra existencia en ella. Merece y mucho la pena que sea así.
