Está claro que la aparición de las nuevas tecnologías de la información ha cambiado mucho nuestras vidas. Ahora se venden muchos menos libros en papel y la gente va en el metro con los ebooks, más ligeros y más económicos para los aficionados la lectura. También visitamos menos los quioscos porque mucho de nosotros estamos abonados a los periódicos a través de la red. Incluso no compramos los billetes de avión a través de una agencia de viajes, sino que preferimos buscar oportunidades más baratas desde la comodidad del salón de nuestra casa, con el portátil en las rodillas o la ligera tableta en la mano. ¿Y qué ocurre cuando no encontramos una película descataloga en el centro comercial que enfrente de casa? Pues que directamente nos metemos en internet y la buscamos en alguna web de gigantes de ventas como Amazon o la china Alibaba, o incluso en alguna página de segunda mano, y directamente la compramos y la tenemos en casa en unos días vía mensajero.
Y así podríamos seguir enumerando muchos y muchos ejemplos acerca de cómo la red y las nuevas tecnologías han cambiado nuestra vida. Pero como se entrevé de todo esto que hemos mencionado, algo fundamental es que lo que ha variado es la actividad comercial con la aparición de internet. Ahora ya no vamos a las tiendas a buscar algo que nos guste, a hacer shopping directamente y sin ninguna razón más que mirar y curiosear, sino que en la actualidad solemos informarnos en casa acerca de aquello que está disponible, de los servicios de las empresas y de sus precios. Es una forma de ahorrar tiempo y de ir a tiro hecho a esos establecimientos donde sabemos que nos van a dar exactamente aquello que buscamos.
Por ejemplo, ¿que necesitamos una compañía para instalar unas ventanas de pvc en nuestra vivienda? Pues directamente comparamos la oferta que hay en la red y visitamos sus páginas web para elegir cuál de las empresas de calidad en este sector, como es el caso de Cesur, nos vienen mejor en nuestro caso.
Pero es verdad que la red nos puede servir para mucho más que para solamente visitar la página web de la empresa en cuestión. Y aquí es donde queremos daros unos cuantos consejos en este sentido.
En primer lugar, nos gustaría que además de echar un ojo a los sites de las compañías que ofrecen los productos o servicios que buscáis, estéis también atentos a los comentarios de los clientes anteriores. Como es de cajón, en la página web, que no deja de ser una forma publicitaria más, las compañías incorporan normalmente opiniones de anteriores clientes, pero estas no suelen ser reales y, en caso contrario, no escogerían las malas para publicarlas. Así, os recomendamos que visitéis los foros de consumidores para saber más sobre la experiencia de compra de otros clientes como vosotros. Tened en cuenta que suele hablar más la gente que tiene un motivo de queja que aquella que está satisfecha, así que habrá que filtrar un poco aquello que leemos.
Por otro lado, aunque veáis en internet o en el catálogo los productos en cuestión que deseáis adquirir, si es posible, os recomendamos que llaméis a la tienda para que os los aparten y podáis verlos in situ antes de comprarlos a través de la red. Se trata de una forma de aseguraros de que lo que estáis viendo es aquello por lo que vais a pagar. Y también de que no os vais a dar el viaje en balde, ya que muchas cadenas ofertan el producto en internet pero luego no cuentan con stock en todas sus tiendas.
Asimismo, a la hora de acercaros a la página web de la empresa en cuestión, es conveniente también que os informéis acerca de la política de cambios y devoluciones. Muchas compañías hacen un cheque por valor de la cantidad gastada para cambiarlo por otra cosa durante un tiempo indefinido, un periodo con caducidad e incluso otras directamente no dan esta opción a no ser que el producto venga dañado de fábrica. Esto lo sabemos todos. Pero queremos que analicéis la opción de pagar quizás un poco más por el mismo producto en otra empresa que sí os dé la posibilidad de devolveros el dinero en caso de estar insatisfechos con el artículo.
En cualquier caso, como veis, la red ofrece muchas formas de cambiar el modo de comercio, pero también desde la razón, desde adquirir con más cabeza, y eso es lo que hoy queríamos demostraros desde aquí.
