Las nuevas tecnologías llegaron hace mucho tiempo al mercado más comercial pero, hasta ahora, los centros logísticos no habían conseguido aunar todas sus necesidades bajo la llave maestra de un único sistema y, por eso, siempre era el departamento que más sufría las equivocaciones humanas y/o robóticas en cualquier empresa.
Hay muchísimos negocios que tienen, por costumbre, hacer dos inventarios al año para confirmar las existencias de productos que tienen en los almacenes pero ¿sería necesario hacer algo así si cada vez que hiciéramos ese inventario todo cuadrara al 100%? Obviamente si se sigue contratando a personas de ETT (empresas de trabajo temporal) o pagándole horas extras a los empleados para realizar este tipo de acciones, es porque somos conscientes de que hay una gran probabilidad de error en nuestros datos y por eso necesitamos confirmar exactamente lo que hay, dónde está, y en qué condiciones se encuentra. Pero ¿qué pasaría si todos nuestros productos llevaran un dispositivo que nos diera esos datos en tiempo real con sólo apretar un botón?
Puede parecer algo mágico, pero no es así. La empresa Rielec ha conseguido lo que muchos empresarios estaban pidiendo a gritos desde hace años. Gracias a los sistemas rfid, podemos saber cuántos productos tenemos en total, cuantos de cada clase, su ubicación exacta y el estado en el que se encuentran esos productos.
Se trata de pequeños microchips que funcionan como códigos de barras, alarmas y sistemas de almacenamiento de información. De este modo, si un cliente te pide un producto, puedes buscarlo en el ordenador y saber cuántas unidades quedan en tienda, cuántas hay en almacén, y el lugar preciso donde encontrarlas. También tienen un sistema que da la voz de alarma cuando quedan pocas unidades de un producto concreto. Por ejemplo, supongamos que vendo televisores y he programado el software para que cuando salga el televisor número 255 me avise de que sólo quedan cinco unidades más. De este modo, jamás se nos olvidará hacer un nuevo pedido en cuanto sea necesario.
Estamos hablando de un sistema revolucionario que puede facilitar notablemente el trabajo de cualquier empresa, por pequeña o grande que sea, y aportar un plus de calidad a la logística de cualquier negocio.
Si nos paramos a pensarlo, puede que incluso nos reporte grandes beneficios pues, si tenemos todo controlado, sólo necesitaremos realizar inventario en caso de dudas o de fallo en el sistema y eso no es algo que ocurra muy a menudo.
Un mundo en caos
De todos modos debemos tener en cuenta que ahora mismo cualquier sector o departamento de empresa va ligado a un sistema de nuevas tecnologías, al menos en la mayoría de los casos. Podríamos decir, además, que desarrollo, diseño, marketing y logística, son elementos clave en el éxito de un ecommerce y, ahora mismo, el emprendedor ecommerce es de los que más posibilidades de éxito tiene.
Todo eso me lleva a realizar la siguiente reflexión: estamos totalmente encantados con las nuevas tecnologías, de hecho, casi la mayoría de las actividades que realizamos dependen de ellas, desde ciertas tareas del hogar como programar la lavadora hasta algunos trabajos que son enteramente informáticos, y eso significa que ante un apagón digital el mundo entero colapsaría, dejaría de funcionar, sólo se salvarían los países llamados tercermundistas, porque como nunca han tenido nuevas tecnologías, nunca han dependido de ellas y, por tanto, su vida no cambiaría en nada.
¿Estaremos cavando nuestra propia tumba sin darnos apenas cuenta?