Viniendo de una familia de cocineros me parece raro encontrar a gente que no sepa cocinar ni un huevo frito, aunque entiendo que esto suceda, ya que cocinar (y hacerlo de manera saludable) se ha vuelto en muchos colegios una asignatura obligatoria, sobre todo en los tiempos que corren en los que la cocina precocinada o rápida ha ganado la partida a la tradicional.
De hecho, una de los mayores problemas de cómo está construida la sociedad actual, en lo que se refiere en la alimentación, está en el hecho de que resulta más caro comprarse una ensalada fresca que una hamburguesa en un restaurante de comida rápida. Con esto estamos enseñando a los más jóvenes a tomar el camino rápido en lo que se refiere a la alimentación.
Las consecuencias son realmente devastadoras, ya que nos encontramos con un gran porcentaje de niños diabéticos, con obesidad y colesterol, en los países desarrollados. Y la culpa no es de los niños, pues hay que tener en cuenta que muchos padres ceden ante las quejas de los hijos y tienden a comprarles comida poco saludable para calmarlos. Y también es cuestión de tiempo, pues con la vida tan ajetreada que llevamos no es raro no tener tiempo alguno para cocinar.
Pero realmente, el tiempo se saca de las piedras, ya sea levantándose pronto o acostándose más tiempo. Y lo bueno de la cocina es que las cosas sencillas están deliciosas, es decir, no tienes porqué complicarte la vida para crear un plato rico, saludable y con muchos nutrientes. Eso sí, lo difícil es ponerse el delantal y empezar a cocinar.
La realidad es que por unos motivos o por los otros, estamos creando una sociedad que no sabe cocinar, y esto es algo realmente dañino a largo plazo. Nos estamos jugando no solo la salud de toda una generación, sino conservar la cultura mediterránea en la que se incluye la dieta, que es una de las mejores dietas que existen en todo el mundo gracias a que se obtienen todos los nutrientes sin dejar de lado el sabor.
En el artículo de hoy vamos a hablar del tiempo y de la cocina, la relación es clara, cómo podemos cocinar platos saludables sin tener tiempo. Para ello vamos a dar varios consejos que, además de ahorrarte dinero en comida para llevar, van a hacer que disfrutes cocinando aunque sean quince minutos.
Consejos si no has cocinado en tu vida
En primer lugar, lo más importante que debes de hacer es dejarte de excusas, colgarte el delantal y ponerte a cocinar. La pereza es nuestro máximo enemigo, por lo tanto, piensa menos y actúa más. Mentalízate que aprender a cocinar es cosa de ponerse a ello y practicar, no te agobies porque no te salga un plato, puedes hacerlo hasta hacer tu propia receta.
Una vez que ya estamos dispuesto empieza por recetas fáciles, ya que las recetas más complejas suelen llevar mucho tiempo y hay que tener cierta experiencia en los fogones. Ponernos una meta sencilla nos motivará y nos hará querer seguir cocinando, y a partir de aquí verás como no cuesta nada cocinar.
Una de las recetas más sencillas y saludables que puedes empezar a cocinar son las de ensaladas. Existen muchos tipos de ensaladas que combinan todo tipo de proteínas y hidratos de carbono (ensaladas de pasta). Además de ser muy nutritivas no conllevan mucho tiempo y puedes adaptarlas fácilmente a tu gusto.
A la hora de cocinar las cantidades cuentan bastante, ya que no es lo mismo cocinar para cuatro personas que para uno. El objetivo que debes marcarte es cocinar al menos dos raciones, ya que de esta manera puedes congelar o guardar una para otro momento en el que no tengas tiempo. Así es como se consigue ser productivo en la cocina.
Ayúdate de la tecnología, ya que existen muchos robots de cocina que te pueden ayudar a ahorrar tiempo obteniendo recetas deliciosas. Una de estos robots es la Olla GM que distribuye Ana Oliveres, un tipo de olla a presión que ha revolucionado el mundo de la cocina, ya que gracias a ella se pueden realizar recetas de manera fácil y sencilla sin necesidad de otras ollas o sartenes.