Las empresas necesitan eficacia y eficiencia en casi todos los sentidos para ser rentables y está claro que no es fácil conseguir que eso sea posible. Hay que asegurarse de que todos y cada uno de los empleados está perfectamente cualificado para alcanzar ese nivel de eficiencia y eficacia del que estamos hablando, pero también es estrictamente necesario que apostemos por este tipo de conceptos en cada una de las partidas a las que dedicamos nuestro presupuesto anual. Es decir, no solo hace falta que sean eficientes las personas, solo también los planes, proyectos y servicios de los que la empresa forma parte.
La eficiencia, en muchas ocasiones, es sinónimo de ahorro. Es sinónimo de no derrochar dinero, de ahorro de esfuerzos innecesarios y de ahorro de un montón de horas de trabajo ineficaces. Los responsables de las empresas tienen que ser capaces de identificar problemas como de los que estamos hablando y tener una solución para que no se vuelvan a repetir. De lo contrario, la empresa incurrirá en unos gastos que no se traducirán en una mejora de su actividad y que harán más complicada la generación de los beneficios que son imprescindibles para que la entidad tenga el futuro asegurado.
Hay muchas maneras de cumplir con todo lo que es necesario para conquistar una mejora en lo que tiene que ver con el funcionamiento y la eficiencia de la empresa. A veces, externalizar una labor y dejarla en manos de una asesoría es una necesidad absoluta, especialmente si la empresa que dirigimos es una pyme. Siguiendo este consejo, encontraremos un servicio profesional que nos permitirá tener información actualizada en materia fiscal, laboral o contable, entre otras. Eso, a fin de cuentas, permite que los dirigentes de la empresa ahorren tiempo y puedan dedicarse por completo al desarrollo de la actividad a la que se dedica su empresa. Si no contáramos con la ayuda de la asesoría, muchas veces el CEO solo tendría que atender temas burocráticos, siendo imposible abarcar las cuestiones propias de la actividad a la que se dedica la entidad y haciendo que el funcionamiento de la empresa sea más lento.
En una información difundida por la página web del diario El Economista se ofreció un dato bastante revelador: la demanda de asesoría por parte de las empresas creció un 350% desde el inicio de la pandemia hasta el verano del 2021. Hablamos de un crecimiento muy importante y que encontró en la gestión de los ertes y ayudas gubernamentales su razón de ser. No cabe duda de que contar con la ayuda de una asesoría en estos tiempos ha sido de especial importancia para las pequeñas o medianas empresas españolas.
Teniendo en cuenta que en España, según los datos facilitados por EP Data, hay más de 3’3 millones de empresas y que la mayoría de ellas son pequeñas o medianas empresas, es lógico pensar que la labor de las asesorías haya sido más importante que nunca. Una empresa de tamaño reducido siempre va a tener una necesidad mayor de contar con servicios de este tipo. A fin de cuentas, las grandes empresas siempre suelen disponer de departamentos especializados en temas de índole fiscal, laboral o contable.
Hay muchas maneras de ahorrar en el seno de una empresa… y no siempre se consigue reduciendo el dinero que invertimos. Vamos a ilustrarlo con un ejemplo: si decidimos dedicar un dinero a contratar a una asesoría que nos permita resolver asuntos de corte burocrático de una manera rápida, está claro que los responsables de la empresa podrán dedicar su tiempo a la actividad por la cual la empresa obtiene beneficios. Eso permitirá que los procesos internos sean mucho más rápidos y ágiles. Los profesionales de Martín Laucirica consideran que este es uno de los motivos por los cuales las empresas han decidido aumentar esa inversión en la externalización de trámites burocráticos puesto que eso implica un ahorro no solo económico, sino también de tiempo.
A veces, el tiempo es más valioso que el dinero
El tiempo vale muchas veces más que el dinero. Y, en un ámbito como lo es el empresarial, todavía más. Ni que decir tiene que valorar lo económico por encima del tiempo es un error en la mayoría de los casos. Las empresas requieren de agilidad para anticiparse a su competencia. Eso es lo que muchas veces les reporta mayores cantidades de ingresos.
Saber cuestiones como de las que estamos hablando es imprescindible para que los proyectos y los planes de negocio de una empresa funcionen. Todos los datos por los que nos guiamos no tienen por qué ser de índole económico y, de hecho, una variable como la temporal está ganando enteros en el mundo en el que nos movemos ahora. Que se lo pregunten a todas aquellas empresas que tienen tienda online.